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Como todos los años se celebra el 23 de abril el día del libro.


En Madrid ese viernes se celebrará la XIV edición de lectura continuada del Quijote en el círculo de bellas artes. Además este año es la V edición ya, de la famosa noche de los libros, momento en que las librerías madrileñas aplican en este día tan especial un 10% de descuento por ser el día del libro.


Como siempre la Cuesta de Moyano será una de las zonas más visitadas en esa semana.

Realmente no es surf, pero es lo más parecido para poder practicarlo en una ciudad sin mar.

Los sábados, domingos y festivos se cierra al tráfico el Paseo de Camoens. Por eso es muy común ver a padres, hijos y gente de todo tipo practicando deporte. Últimamente destaca uno muy especial.



Como digo es uno de los sitios preferidos para un deporte, que aunque existe desde hace muchos años, aún no está muy extendido en Madrid. Se llama Longboard y está empezando a pegar fuerte entre gente de todas las edades.


El longboard es un monopatín parecido a los de toda la vida pero mucho más largo. Tiene una forma extraña y permite movimientos parecidos a los del sur pero sobre el asfalto.


Los fines de semana se ve a mucha gente practicando y aprendiendo a hacer los movimientos. Con el longboard se coge una velocidad impresionante.



Las grandes cuestas en curva del Paseo de Camoens que llegan hasta el Puente de los Franceses son las mejores que hay para poderlo practicar.




En Madrid también los puedes ver por la Cuesta de Moyano. (Por las noches cuando hay poca gente, claro).


Que envidia. Pero no me veo pegándome una leche contra el suelo a estas alturas de mi vida. Y eso que de joven fui un buen skater.